«No con una explosión», una crítica a la devastación Del Itsmo de Tehuantepec
Laureana Toledo presenta su exposición en la sala virtual en el MUAC hasta el 19 de diciembre del 2021.
El Istmo de Tehuantepec vive una devastación “sin límites” en nombre del progreso, tal como pasó hace 100 años con el tren transatlántico proyectado por Weetman Pearson para el presidente Porfirio Díaz, sólo que para ver las consecuencias no tenemos que esperar tanto tiempo, expresó la artista Laureana Toledo a propósito de No con una explosión, obra que permanecerá en la sala virtual del Museo Universitario de Arte Contemporáneo hasta el 19 de diciembre del 2021.
“Actualmente se están arreglando los puertos para que haya mucho más flujo, se están tratando de ampliar las vías para que los trenes corran más rápido, se encontraron minas por la región de Ixtepec y están queriendo jalar mucha agua, hay cosas que tienen que ver con la deforestación y también están los parques eólicos que están explotando nuestro aire y ahuyentando a los peces”.
En entrevista, detalló que la gente se está muriendo porque llegan las empresas de eólicas -cuya energía “si se tiene suerte y es de Luz y Fuerza va a la capital, sino a Corea o España- y ofrecen dinero a los pobladores, quienes, por ejemplo, al ya no haber peces, no pueden ser autosuficientes con su pesca y dependen únicamente del dinero que les ofrecen. “La gente se mata por eso, porque no hay otras opciones, no pueden ser autosuficientes con lo que hay en su territorio”.
Esto mismo es lo que ha pasado en las colonias, agregó. “No es gratuito que la gente de Nicaragua y El Salvador estén viniendo a México porque los gringos llegaron, hicieron un desmadre, se fueron y les dijeron: ahí se arreglan, lo mismo con los indios a Inglaterra o los marroquíes a Francia. Es una cosa que así ha funcionado, pero es momento de que dejara de funcionar o de que pensáramos cómo es que funciona y por qué queremos que funcione así”.
“Entender al otro no significa abusar del otro y eso es lo que ha hecho mucho ‘el hombre blanco’, el decir: tú eres mujer y no necesitas esto, tú eres indio y no necesitas esto, tus necesidades son aprender a leer, africano tonto… Ellos determinan qué es lo que uno necesita, eso es uno de los grandes problemas de estos encuentros”.
Si bien Laureana Toledo reconoció que el progreso trae cosas buenas, señaló que el problema está en la administración y procuración del mismo. “Lo que se vive es un saqueo, una devastación en proporciones que ya no son viables a nivel ecológico, de gentes, de cultura, pero lo que hemos visto en el Istmo es que la gente va ahí a ver y qué increíbles los muxes, las mujeres que son cabronas, los hombres del pito dulces… todos los mitos como Edward Weston, Diego Rivera, Frida Kahlo vestida de tehuana, es decir, hay una forma de fijar la mirada ahí que invisibiliza mucho de lo que está sucediendo. Esto mismo podría plantearse con todo lo que trae el Tren Maya.
¿BENEFICIO? Los efectos del Tren maya
En el Tren maya vemos una celebración a los mayas, a la sabiduría ancestal, la veneración de un pasado a una cultura que todavía existe, pero que se está ignorando como si ya no existiera, destacó Laureana.
“Realzar ciertas partes de una comunidad no es aceptar la complejidad de cada pueblo. Además, sabemos qué pasa cuando entra el turismo a estos lugares, la gente que estaba ahí acaba de recamareras, jardineros, prostitutas… hay toda una industria que va a la par del turismo y uno no puede escoger que sólo vena el turismo bueno”