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Pandemia rezagó hasta 55% consultas médicas; más de 45 millones de citas, en 2019

Las más de 238 mil 424 muertes por covid-19 no son el único golpe a la salud que la pandemia ha dejado en el país.

Durante todo 2020, el sistema público de salud no pudo recuperar el nivel de consultas médicas que había otorgado antes de la llegada del virus SARS-CoV-2 a México.

En plena crisis sanitaria se dejó de brindar prácticamente la mitad de las consultas que se habían dado en 2019 a enfermos crónicos y mujeres embarazadas, pero además se desplomó la mitad de servicios de planificación familiar y de salud mental.

Un informe del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), próximo a publicarse, indica que antes de la pandemia se otorgaron 45 millones 318 mil 223 consultas médicas de seis tipos por parte del sistema público de salud, cifra que cayó a 21 millones 582 mil 593 para 2020, lo que representa una disminución de 47.6 por ciento.

La caída más dramática durante el año pasado se dio en el seguimiento al embarazo donde el descenso fue de 82 por ciento.

Mientras en 2019 se brindaron 4 millones 640 mil 668 consultas para embarazadas en el sistema público de salud, el año pasado sólo se dieron 837 mil 219, es decir, 3 millones 83 mil 449 menos.

Liliana, quien se enteró que estaba embarazada en noviembre de 2019, no dudó ni un instante en atenderse en el sistema de salud privado por miedo a que a ella y a su bebé les pudiera pasar algo.

“Uno de los factores más importantes para tomar esa decisión es que tenemos un sistema de salud deficiente, sin los insumos necesarios para una atención adecuada. Por fortuna, tuve la dicha de poder tener una atención en un sistema privado y mi esposo y yo consideramos que era más seguro tratarme por ese medio porque era mucho menor el riesgo de contraer el virus por la cantidad reducida de pacientes que ingresan en éste”, explicó.

La mamá primeriza tuvo que desembolsar al menos 35 mil pesos tan sólo de las consultas con la ginecóloga, la hospitalización y el parto.

“La caída de consultas podría deberse tanto a la falta de demanda en los servicios, porque no acude la gente y prefiere buscar alternativas en la atención privada en el caso de que tengan capacidad de hacerlo, o falta de oferta, es decir, de capacidad, por el hecho de que los institutos estén llenos, y pues no puedan acudir”, dijo Judith Méndez, investigadora del CIEP.

A José Vázquez, quien padece diabetes desde hace 22 años, por ejemplo, le cancelaron todas sus citas médicas a causa de la emergencia sanitaria, desde abril del 2020.

En medio del confinamiento algunos meses su enfermedad estuvo fuera de control y sin ningún seguimiento médico. Hace más de un año que no lo valora el endocrinólogo ni el ortopedista.

“Y el problema es que la diabetes es una enfermedad traicionera porque no duele. Si hubiera presentado un cuadro de pie diabético, por ejemplo, hubiera sido caro y difícil de atender en otra parte. Fue un mal seguimiento porque no podían saber las condiciones que estaba presentando el paciente; nos daban recetas para tres meses, entonces cada mes se surtían sus medicamentos y nos volvían a hacer las recetas. Ya ahorita nos dicen que sí se puede sacar cita, pero no lo hemos hecho porque estamos entrando en la tercera ola y tenemos pendiente de que se pueda contagiar aunque ya estamos vacunados”, contó su esposa, Laura Tejeda.

De acuerdo con el análisis del CIEP, en el marco de la emergencia sanitaria se dejaron de otorgar 5 millones 113 mil 176 consultas a diabéticos, hipertensos, personas con cáncer y otros padecimientos crónicos que sí se habían dado en 2019.

Es decir, mientras un año antes de la crisis por covid-19, 12 millones 655 mil 815 de enfermos crónicos fueron atendidos por el sistema de salud público, el año pasado la cifra fue sólo de 7 millones 542 mil 639, lo que representa una caída de 40.4 por ciento.

“Creemos que en el tema de las consultas crónicas se va a ver reflejado en el apego y seguimiento del tratamiento de los pacientes, hay que tener en cuenta que el costo de atenderte después de una enfermedad que identificaste de manera más tardía se eleva”, advirtió la investigadora del CIEP Judith Méndez.

El porcentaje de personas sanas que dejaron de ir a una consulta médica, por ejemplo, descendió 55.5% durante 2020, al pasar de 15 millones 912 mil 861 pacientes a 7 millones 83 mil 360, lo que significa una diferencia de 8 millones 829 mil 501 consultas.

En tanto, las consultas para la atención de enfermedades transmites se redujo a la mitad, 50.1%, con la disminución de 1 millón 360 mil 886 consultas entre 2019 y 2020.

La interrupción de servicios no covid también le pegó en un alto porcentaje a las consultas de salud dental que se desplomaron 73.2 por ciento.

El año pasado sólo se brindaron 995 mil 321, 2 millones 723 mil 344 menos que en 2019 cuando se dieron 3 millones 718 mil 665.

De la misma manera, la atención en salud mental fue en picada, debido a que las consultas cayeron 47.3%. Mientras que en 2019 se otorgaron 1 millón 246 mil 466, para 2020 sólo se otorgaron 656 mil 282, una diferencia de 590 mil 184.

Luisa tiene que lidiar con el duelo por la muerte de su madre y aunque tiene derecho a atenderse en el sistema público de salud optó por acudir a un terapeuta particular al que le paga mil 500 pesos por consulta desde hace medio año.

“Es muy difícil enfrentar una muerte y más cuando es por covid porque no te puedes ni despedir de la persona que más amas y eso es algo que tienes que procesar. Yo no iba a poder hacerlo sola, definitivamente sigo necesitando ayuda profesional y apoyo de medicamentos para salir adelante; es un hecho que en el sistema público la atención no es tan personalizada, las consultas tardan más, no hay seguimiento, todo está en caos en este momento”, consideró.

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