Rusia destruye satélite en órbita; rechaza acusación de EU
El gobierno ruso admitió ayer haber destruido uno de sus satélites durante la prueba de un misil espacial, pero rechazó la acusación de Estados Unidos de haber puesto en peligro a la tripulación de la Estación Espacial Internacional (EEI).
Funcionarios estadounidenses culparon a Moscú de haber llevado a cabo un acto «peligroso e irresponsable» que creó una nube de escombros y obligó a la tripulación a tomar una acción evasiva. La chatarra podría causarle graves daños a la Estación Espacial que recorre su órbita a 28,000 kph.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, tachó de «hipócritas» los argumentos de EU que, junto a China e India, eran los únicos países en haber lanzado hasta ahora misiles espaciales.
Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, aseguró que la nube de escombros amenazaría las actividades «por décadas».
Mientras, el secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que esta acción «demuestra que Rusia está desarrollando nuevos sistemas de armas que pueden derribar satélites».
La cancillería rusa afirmó posteriormente que la prueba se llevó a cabo en «estricta conformidad con el derecho internacional», y que «no iba dirigida contra nadie».
Una vez que se aclaró la situación, los cuatro estadounidenses, un alemán y dos rusos a bordo de la EEI recibieron órdenes de refugiarse inmediatamente en las cápsulas acopladas. Pasaron dos horas en ellas, pero luego debieron cerrar y reabrir las escotillas de los laboratorios individuales en cada órbita, o cada hora y media, al atravesar los escombros.
Finalmente, la agencia espacial rusa Roscosmos señaló que «para nosotros, la principal prioridad ha sido y sigue siendo garantizar la seguridad incondicional de la tripulación».