ASEA debe actuar por derrame de hidrocarburo en la Sonda de Campeche: Analista
Al ser garante en el sector de hidrocarburos en México, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), debería estar preocupada y hacer algo en lo referente al derrame de hidrocarburo que se registró en la Sonda de Campeche a raíz de la explosión en la plataforma Nohoch-Alfa del activo Cantarell, y que de acuerdo a imágenes satelitales, podría abarcar alrededor de 400 kilómetros cuadrados.
Así lo consideró el analista Ramsés Pech al señalar que el derrame, según lo reportado por ciertas organizaciones ambientales, es considerado hasta este momento como un tabú, ante la falta de una certeza física y fidedigna del tal hecho. El analista señaló que Petróleos Mexicanos (Pemex) y todas las industrias del sector de energía contaminan en el mundo. “La mayoría de la contaminación, y daños ambientales, están y son ocasionados por el consumidor final”, comentó.
Indicó que las industrias del sector energético tienen una repercusión directa, al haber de forma inmediata, un cambio en el entorno donde están, ya sea realizando, alteraciones químicas o físicas, por el derrame de materias primas como el petróleo crudo, y/o quema de gases a la atmósfera, como el natural proveniente de los hidrocarburos. Pero adicionalmente, dijo, existen accidentes como en las plantas nucleares, entre otros, y los cuales ocasionan daños al medio ambiente.
En ese sentido, en el estudio realizado en coordinación con Grupo Caraiva y Grupo Pech Arquitectos, estimó que el derrame, según lo observado con la densidad del crudo en la sonda de Campeche por medio de imágenes satelitales y por la experiencia de otros eventos similares observados, podría estar en alrededor de los 400 kilómetros cuadrados.
De este modo, deberían haber vertido en el mar alrededor de 2.3 millones de barriles de crudo, suponiendo una altura del crudo de un metro, por arriba de la superficie del mar (densidad mayor respecto al crudo). Observó que en las imágenes podría haber una altura de no más de entre 10 a 20 centímetros, esto de acuerdo con Sistema Radar de Apertura Sintética (SAR), utilizado para detectar derrames, indica posiblemente sea del tipo spreading.
Con ello, el volumen total del crudo derramado podría estar entre los 200 a 400 mil barriles. Pero una regla indica que más del 90 por ciento de éste se encuentra en menos del 10 por ciento del área del derrames. Con base en el análisis, esta cantidad sería un 35 por ciento mayor a la producción de un día de México, lo que significará que alrededor de siete a ocho barcos de trescientos mil barriles, y de dos a 2.5 días, se habría dejado de exportar crudo.
No obstante, en el dado caso de que el crudo fuera derramado en el mar, a esta cantidad debió haberse aplicado el protocolo de derrames, lo cual se traducen en el envío de barreras flotantes para controlar la mancha, debido a que llegaría a las costas del Veracruz o Tamaulipas, causando un doble problema ambiental.
Asimismo, automáticamente México debió alertar a Estados Unidos ante el posible cambio de las corrientes, y calcular si la mancha pudiera llegar al país vecino; y ahí se tendría un doble problema ambiental, nacional e internacional.