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A la alza abandono de abuelos

En Tabasco 3 de cada 10 enfrenta abuso, explotación, aislamiento, acciones que ponen en riesgo su persona, bienes y derechos.

Don Eliseo tiene 62 años. Afirma sale a diario a vender artículos de plástico, como escobetas y mata moscas para poder comprar sus alimentos para el día, pues a pesar de haber formado una familia, actualmente se encuentra solo.

“Todos me abandonaron después que murió mi esposa; ninguno de mis hijos se preocupa por mi y pues tengo que buscarle para comer”, afirma el hombre encorvado por los años.

Según datos del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM), en Tabasco hasta el 2022 había aproximadamente 142 mil adultos mayores, de los cuales el 43.7 por ciento, unos 62 mil 054, se encontraba en situación de abandono en sus diversas formas, como enfermedades y pobreza, principalmente.

Los datos refieren que la cifra que va en aumento año con año, pues en el 2018 había un poco más de 51 mil adultos en condiciones de abandono en el estado.

Además, el 30 por ciento de las personas mayores de 60 años sufren algún tipo de violencia.

Esta población enfrenta a la par abuso, explotación, aislamiento, violencia y actos jurídicos que ponen en riesgo su persona, bienes y derechos.

NECESITAN AYUDA

Para la psicóloga Alma Carrillo “una de las afectaciones psicoemocionales que se genera en el adulto mayor al ser abandonado por su familia es la ansiedad, sentimientos de miedo, temor e inquietud”, por lo que es necesario apoyar a esta población vulnerable en esta etapa, explicó.

Actualmente, la Casa del Árbol de Parrilla alberga un total de 53 ancianitos en condición de vulnerabilidad, cifra menos a la del 2018, cuando había 94.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática INEGI, ocho de cada diez adultos mayores en México presentan algún tipo de vulnerabilidad, ya sea social o económica, situación que se agrava cuando sufren abandono y maltrato.

A SU SUERTE EN LAS CALLES

Por otro lado, las calles y los espacios públicos de las ciudades, son los principales escenarios por donde transitan los abuelitos que fueron marginados.