Espectaculos

Balmain consigue histórica hazaña en la semana de la moda de París

Pese al robo de 50 piezas exclusivas, su director creativo se las ingenió para que la marca presumiera su florecida tendencia para la próxima temporada primavera/verano

La marca francesa Balmain dio una lección de recursos ayer al presentar su nueva colección femenina primavera/verano en la capital francesa, apenas 10 días después de perder 50 piezas de vestuario en un robo.

En el Palacio de Chaillot, con vistas a la Torre Eiffel, el diseñador estrella Olivier Rousteing presentó una colección irreprochable, del esmóquin femenino de negro azabache a unos espectaculares minivestidos de efecto vinilo con decoración floral.

Arropado por una sala de incondicionales, entre ellos la famosa crítica estadounidense Anna Wintour o la estrella pop coreana Hong Joong, Balmain dio una clase de estilismo, con un amplio abanico de opciones para sus clientas y seguidoras.

Empezó con trajes chaqueta y esmóquines clásicos, con botones dorados, y variaciones sobre la cazadora cosaca.

Pronto llegaron las minifaldas acampanadas ligeramente al nivel de las caderas, con zapatos de tacón alto de fantasía, y chaquetas de hombreras que recordaban los años 1980.

La paleta de colores se fue ampliando, hasta llegar a los rosas chicle, el verde pistacho. Las faldas largas, plisadas, los abrigos desbordando de flores.

Destacó un impresionante vestido enteramente hecho con rosas rojas de efecto vinilo, con bolso y zapatos a juego.

Una modelo desfiló portando un armazón como los que utilizan para trabajar los modistos, decorado de nuevo con flores pintadas. Toda una declaración de fidelidad a un oficio.

Su equipo había trabajado “día y noche” para que este desfile se llevara a cabo, según explicó Rousteing via Instagram.

El estilista salió luego a la plaza del Trocadero para saludar en vivo a sus fans, que habían seguido el desfile mediante pantallas gigantes. Detrás, la Torre Eiffel centelleaba.

Un robo inusual

A mediados de septiembre, la furgoneta que transportaba piezas de su colección fue desvalijada mientras circulaba entre el aeropuerto y la sede parisina de Balmain. Los ladrones, que estaban armados, consiguieron huir.

La policía abrió una investigación pero hasta ahora no se sabe nada del destino de los vestidos.

Un robo de estas características es muy inusual en el mundo de la moda.

En 2011 el creador estadunidense Marc Jacobs perdió toda su colección, desvalijada cuando viajaba en un tren entre París y Londres, después de un desfile.

Los modelos de Balmain eran prototipos y existían patrones para volver a confeccionar las prendas.

“La casa Balmain tiene talleres, subcontratistas, toda una red de artesanos. Movilizando el máximo de fuerzas es posible lograrlo”, dijo Serge Carreira, profesor de ciencias políticas y especialista en moda y lujo.

A sus 38 años, 12 de ellos como director artístico de Balmain, Olivier Rousteing ha sabido transformar el desfile de esta casa de lujo francesa, conocida por un círculo restringido, en una cita ineludible del jet-set.

Rousteing ha dado entrada al hip-hop, ha seleccionado castings bajo el signo de la diversidad y abrió Balmain a colaboraciones como la del gigante sueco de la moda H&M en 2015.

A diferencia de la mayoría de los diseñadores que cultivan la discreción, Rousteing reivindica una estética glamurosa ante sus 10 millones de seguidores en Instagram.

De origen etíope y somalí, Rousteing no conoció a sus padres, y fue adoptado por una familia francesa. Es uno de los pocos creadores negros o mulatos en el mundo del lujo.

En 2019 protagonizó un documental, Wonder Boy, en el que relata la búsqueda de su madre biológica.

Entre los invitados especiales estuvieron Cher, Joel Kinnaman y Poppy, ésta, hermana mayor de Cara Delevingne.