Mientras a la UNAM la atacan chinches… a la UTTAB ¡murciélagos!
La UTTAB ha mantenido un enigmático silencio, sin emitir declaraciones oficiales sobre la problemática ni proporcionar detalles sobre las medidas que se tomarán.
En la Universidad Tecnológica de Tabasco (UTTAB), la comunidad educativa se encuentra asombrada y preocupada por una presencia inusual en varios de los edificios de la institución: murciélagos. Más allá de la típica imagen de estos misteriosos mamíferos voladores, la situación se torna excepcional debido a las consecuencias inusuales que ha generado.
Este extraño episodio en la UTTAB se presenta en medio de una serie de sorprendentes invasiones en instituciones educativas en México. Mientras la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) enfrenta un problema de chinches, la UTTAB se encuentra lidiando con una invasión de murciélagos. Estos eventos, si bien no relacionados, destacan la diversidad y singularidad de la fauna que puede compartir el entorno con los seres humanos.
Lo que ha llevado a un revuelo en la comunidad académica es la abundante acumulación de guano, el excremento de los murciélagos, en los recintos universitarios. Este material, conocido por su carácter tóxico, se ha vuelto el centro de atención y preocupación. En particular, los murciélagos involucrados pertenecen a especies frugívoras que se alimentan principalmente de frutas, y su guano puede tener un fuerte olor.
No solo es un problema de limpieza, sino que plantea cuestiones de salud significativas para quienes circulan por los edificios. Aunque los murciélagos son una parte esencial de muchos ecosistemas al actuar como polinizadores y contribuir al control de plagas, la acumulación de guano en espacios cerrados como edificios puede plantear desafíos inesperados.
La problemática adquiere un giro aún más inusual cuando se descubre que las filtraciones en varios edificios permiten que la lluvia se mezcle con las heces de los murciélagos, creando un olor penetrante que desafía los sentidos y afecta la calidad del aire en el entorno.
Este ambiente poco común ha generado una ola de preocupación entre los docentes, quienes han recurrido a las redes sociales para expresar sus inquietudes.
Lo más sorprendente de esta situación es que, a pesar de las condiciones insalubres que enfrentan, tanto estudiantes como personal docente continúan sus actividades cotidianas en estas áreas afectadas. La comunidad educativa está unida en su llamado a la acción, consciente de que la exposición prolongada a estas condiciones insalubres implica un riesgo significativo para la salud.
Por el momento, la administración de la UTTAB ha mantenido un enigmático silencio, sin emitir declaraciones oficiales sobre la problemática ni proporcionar detalles sobre las medidas que se tomarán para resolver esta inusual cuestión.
La comunidad, sin embargo, mantiene la esperanza de que las autoridades de la universidad aborden activamente esta situación y restauren un ambiente de estudio y trabajo seguro y saludable, en un episodio que demuestra que la naturaleza a veces nos sorprende incluso en los lugares más insospechados.