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Las atenciones sólo por este mal se han disparado obesidad y estrés, armas que provocan al ‘asesino silencioso’.

La obesidad, la diabetes, la depresión y el estrés se han convertido en los principales factores de riesgo para la hipertensión, enfermedad conocida como el ‘asesino silencioso’.

Según datos del Boletín epidemiológico que emite la Secretaría de Salud Federal, hasta la primera semana de noviembre la entidad registra un total de 12 mil 735 casos de hipertensión, lo que representa un incremento de 5 mil 050 atenciones en comparación con el año anterior, cuando hubo 7 mil 685.

Es decir, de un año a otro las atenciones por hipertensión, aumentaron 65 por ciento.

GRAVES COMPLICACIONES

La hipertensión arterial es una enfermedad crónica que puede desencadenar graves complicaciones, incluyendo enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y enfermedad renal crónica.

Es considerada una de las principales causas de muerte, pues desencadena en infartos al corazón.

Asimismo, la depresión y el estrés crónico pueden desencadenar cambios en el sistema nervioso y hormonal, lo que conlleva a una mayor presión arterial. Estos factores pueden actuar de manera sinérgica, creando un círculo vicioso en el que el sobrepeso y la obesidad pueden agravar la depresión y el estrés, lo que a su vez empeora la hipertensión.

La hipertensión no debe ser subestimada. A través de un enfoque multidisciplinario y una completa colaboración entre médicos, nutricionistas y psicólogos se podrá hacer frente a esta condición, y reducir el riesgo de complicaciones graves.