Viven tensión y alarma en zona de Tabasco 2000
La balacera causó conmoción entre paseantes y habitantes de la zona, donde decenas de unidades de seguridad acudieron.
La serena atmósfera nocturna en el parque ‘La Choca’ se vio bruscamente eclipsada por el estruendo de armas de fuego provenientes del fraccionamiento Campestre. A las ocho de la noche, hombres armados desataron el caos en Tabasco 2000. “Es en la casa de Puma”, se alertaban en las frecuencias policiacas.
Las luces parpadeantes de las patrullas iluminaron el conjunto residencial mientras la Policía Estatal Preventiva, la Guardia Nacional y el Ejército convergían en busca de sospechosos que habían desencadenado un tiroteo en la calle La Venta.
Las llamadas al 911 alertaban sobre disparos cerca de la residencia de ‘Puma’, clave del Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Hernán Bermudez Requena. Las patrullas desfilaban por Tabasco 2000, sumiendo en temor a visitantes de La Choca y residentes de Campestre ante el imponente despliegue.
En medio del caos, surgió la primera versión: un presunto atentado contra el funcionario estatal. Sin embargo, la incertidumbre se apoderaba conforme minutos transcurrían y la versión perdía fuerza.
Grupo Cantón logró contactar a Hernán Bermúdez Requena, quien desmintió el supuesto atentado. “No fue contra mí, eso es falso. Fue un incidente entre ocupantes de dos vehículos que se dispararon. No hay heridos ni detenidos, pero tenemos dos unidades con rastros de violencia aseguradas”, confirmaba a esta casa editorial.
INTENSO OPERATIVO
El operativo se intensificaba dentro del fraccionamiento. Familias intentando huir eran detenidas en las puertas Uno y Dos, sometidas a revisiones forzadas por parte de los uniformados, que en medio de aquella tensión, confrontaban a todo aquel que se oponía.
El misterio persistía sobre los protagonistas del tiroteo que había sembrado el pánico en uno de los fraccionamientos más exclusivos de Villahermosa, la serenidad en la zona de Tabasco 2000, donde las luces navideñas adornaban el corredor y acceso al Campestre, habían sido suplidas por las luces estroboscópicas de las patrullas.
