Los sacan del mar y les dan «casas huevito»
Unas 55 familias que perdieron sus viviendas devoradas por el Golfo de México residirán en casas ‘huevito’.
Al menos 55 familias de la colonia ‘El Bosque’, en Centla, están a punto de cumplir su sueño: una casa propia fuera del peligro de ser devorada por el mar, como sucediera con sus viviendas, pero esperan que sea antes de la temporada fuerte de huracanes en el mes noviembre.
Desde hace tres semanas, comenzó la construcción de las ‘casas huevito’ que serán la residencia de estas familias, víctimas de la erosión marina desde hace casi cinco años.
A marchas forzadas, la empresa contratada por la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) se encuentra realizando los trabajos para entregarlas antes que concluya la administración pública, pues las familias esperan sus viviendas, y debido a que no tienen a donde ir aún, siguen en las márgenes del mar en El Bosque.
SE AFERRAN A SU TERRUÑO
“Ahorita se ha dicho que ya no vive nadie aquí en la colonia, pero eso es mentira, aquí nos están viendo, aquí estamos todos los días y allá hay gente, acá hay gente, de hecho habemos como 12 familias aquí, de hecho la gente que viene de Magallanes le dan trabajo”, comentó Antonio Mayoral Torres.
De igual forma, María Jiménez señaló que tuvieron que reciclar láminas y lonas para poder hacer sus casas, ya que no tenían donde ir, en lo que sus casas están listas.
María acudió a Brasil con la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que exigió al gobierno de Tabasco la reubicación de las familias, al ser declarados como los primeros desplazados por el cambio climático a nivel Latinoamérica.
YA VIENEN LOS ‘NORTES’
“En unos tres meses ya van a empezar duros los nortes, tenemos miedo y queremos salir antes de que suceda algo, por los niños pues, sobre todo, uno como adulto saca sus papeles y huye, sí se logró todo gracias a Dios, estamos muy agradecidos por todo lo que se ha logrado”, comentó.
Entre las carencias que aún viven en El Bosque están la falta de agua potable de calidad, energía eléctrica y productos de la canasta básica, pero la señora Silvina Santana Sosa, dijo que es un problema con el que deben lidiar aún, en lo que estrenan sus vivienda que serán de 10×10, incluso más grandes que sus casas actuales.
“Yo vivo con mi esposo y vivía mi hija, pero ella y mi nietecito tuvieron que migrar más adelante por su trabajo, porque aquí no hay licenciados, no hay arquitectos, aquí nada, aquí puro pescador y 100% pescadores, hombres y mujeres”, comentó.
Hoy El Bosque está a punto de cumplir su sueño, y las familias esperan con ansias dormir en casas a donde no ingrese el agua de mar en temporada de huracanes.
